La enfermedad de Alzheimer, una de las enfermedades neurodegenerativas más comunes, lleva a una pérdida progresiva de memoria y autonomía. Se caracteriza por la acumulación de proteínas neurotóxicas en el cerebro, especialmente placas amiloides y enredos tau.
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Debido al desarrollo silente de la patología a lo largo de décadas, un diagnóstico muy precoz es de suma importancia para poder actuar lo más pronto posible en el proceso de la enfermedad.
Un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE) y de los Hospitales Universitarios de Ginebra (HUG) demostró que el PET tau – una nueva técnica de imagen para visualizar la proteína tau – puede prever el declive cognitivo en pacientes mucho mejor que las técnicas de imagen comúnmente utilizadas.
Estos resultados, publicados en Alzheimer’s & Dementia, argumentan a favor de la rápida introducción del PET tau en la rutina clínica para ofrecer a los pacientes soluciones tempranas e individualizadas.
Los científicos de UNIGE y HUG querían determinar qué modalidad de imagen – PET amiloide, PET del metabolismo de la glucosa o PET tau – predeciría mejor el declive cognitivo futuro debido a la enfermedad de Alzheimer. Alrededor de 90 participantes fueron reclutados en el Centro de Memoria HUG.
“Nuestros resultados muestran que, aunque las distintas medidas PET estaban todas asociadas a la presencia de síntomas cognitivos, confirmando su papel como fuertes indicadores de la enfermedad de Alzheimer, el PET tau fue el mejor para prever la tasa de declive cognitivo, incluso en individuos con síntomas mínimos”, resume Cecilia Boccalini, estudiante de doctorado del equipo del profesor Gariboto y primera autora del estudio.
Las placas amiloides no están necesariamente acompañadas de pérdida cognitiva o de memoria. Sin embargo, la presencia de tau va de la mano con los síntomas clínicos. Su ausencia o presencia es el principal determinante de si la condición del paciente permanecerá estable o se deteriorará rápidamente. El desarrollo de técnicas de imagen para visualizar tau ha sido más difícil, principalmente debido a su menor concentración y estructura particularmente compleja.
“Este avance es crucial para una mejor gestión de la enfermedad de Alzheimer. Recientemente, medicamentos dirigidos al amiloide han mostrado resultados positivos. Nuevos medicamentos dirigidos a la proteína tau también parecen prometedores. Al detectar la patología lo más temprano posible, antes de que el cerebro sufra más daño, y gracias a los nuevos tratamientos, esperamos tener un mayor impacto en el futuro y en la calidad de vida de los pacientes”, señala Valentina Garibotto.
“De la misma manera, estamos comenzando a mapear la distribución de tau para comprender cómo su ubicación en las diferentes regiones del cerebro afecta los síntomas.” De hecho, las causas y las diferentes etapas de la enfermedad están demostrando ser mucho menos uniformes de lo que se pensaba, y la susceptibilidad individual a los mismos fenómenos necesita ser mejor comprendida.
Estos resultados son un fuerte argumento a favor de la incorporación del PET tau en la evaluación clínica rutinaria para evaluar el pronóstico individual y seleccionar la estrategia terapéutica más adecuada para cada paciente.
Fuente: Medicalxpress
